lunes, 3 de septiembre de 2012

María Cristina me quiere gobernar.

Abandoné el blog, porque me quedé sin cosas que escribir. Tal vez haya tenido que pasar un curso y un verano para que me haya dado tiempo a vivir cosas que luego contar.

No sé por qué hice este blog, ni por qué alguien lo sigue, de hecho, voy a mirar a ver si puedo quitar lo de seguir... xD Pero bueno, ya que está, hablaré de mí misma y de lo que he hecho en mi ausencia. (Sí, creo que es obvio que lo hago para encontrar alguna clase de motivación)


Primero de bachillerato ha sido el peor curso de mi vida. No porque fuera difícil, ni porque no me gustaran las asignaturas que había cogido, ni porque tuviera demasiados malos profesores. Nada de eso. Al principio parecía que el ambiente era bueno. Más bien indiferencia hacia el resto de entes respirando en el mismo aula. Pero la exigencia del guión a la confraternización fue catastrófica. Qué bien te puedes llevar con gente que no se toma en serio lo que hacen y fastidian a los demás, con gente que critica cada comentario, que examina cómo te hayas vestido por la mañana, que añada presión a la tensión subyacente... Ha sido horrible, una ansiedad, un estrés, unas ganas de llorar. El típico 'pues tú pasa de ellos' flotando a la deriva... ¿cómo vas a pasar de alguien que va en contra de todo lo que crees, de todo lo que haces...? Denigrante. La nota media, 9.5, dedicada a los que han perdido su tiempo a p*tear todo el curso. A ver qué les parece :_

La segunda catástrofe del curso, ahí estaba, la escuela de idiomas. Al principio de curso todo bien, la profe muy maja... se dio de baja, llegó una sustituta que era amor, volvió y se dio de baja por segunda vez. MUERTE Y DESTRUCCIÓN. El profesor sustituto. El profesor sus ti tu to. Ese que no nos iba a enseñar inglés, sino a enseñar a aprobar los exámenes. Claro, a los que decidieramos bajo nuestra propia responsabilidad, no anular la matrícula. (Claro, anular una matrícula de 60 euros y perder un curso escolar). Y llegó este hombre, o medio-hombre -con perdón de Tyrion Lannister- porque lo mal que me lo hizo pasar en su clase no fue personal. Y con personal me refiero a que no es de personas. Ridiculizar, decir que estaría suspensa, intimidar, tocar las narices, la moral. Salir llorando de clase. ¿Que lo del instituto ya era horrible? Súmale lo de este hombre. Fueron tres semanas con él, y después de la clase humillante y denigrante donde se ensañó con creces conmigo no volví más que a los exámenes. Ni siquiera fui a las revisiones por no verle. Los exámenes los corregían varios profesores porque eran de fin de ciclo, pero él y yo sabemos que yo no saqué un cinco en el examen oral. Qué curioso, el único que no se puede revisar estrictamente. Jolín. Bueno, aprobé que es lo importante. A mí lo que me interesa es saber inglés no lo que diga ese hombre. Sólo añadir que me creó un trauma. Voy por la calle y tengo miedo de encontrármelo. Sin exagerar.


Como algo bueno tenía que haber, está el teatro. Al principio fue todo muy así asao, me costó adaptarme, abrirme a un grupo de personas tan grande, tener que trabajar con toda esa confianza que no había tenido con ningún grupo. Qué decir, que resultaron ser todos maravillosos, que después de muchísimo trabajo, broncas y sufrimiento, llegó la gloria, como quien dice. Que bordamos un Romeo y Julieta de los años 20 de tres horas de duración (descanso incluido). Qué días, qué juergas, qué sentimientos. Repito. Repito por ellos, por la iglesia de San Nicolás (Santuario del teatro y de Shakespeare...), por el teatro, por mí y porque no aguantaría más desgracias sin la liberación de estar allí.

________________

El verano.

Pues después del fin de curso y las actuaciones de teatro, llegó el verano, con un julio de mucho pindongueo, con los teatrens, con las chicas. Mi cumpleaños, la noche de la Luna Llena, el viaje a Barcelona (en el cual tuve tiempo de sobra para hablar conmigo misma mientras saltaba olitas yo sola, o veía la exposición del Titanic igual de sola... T_T). Perderse los cumples de Natalio y Emilda. Luego agosto, más aburrido, más calmado. Algunas fiestas de pueblos, una noche preciosísima viendo las Perseidas:3, vaguería máxima, desmotivación, desgana....

No quiero que empiece el curso. No quiero. No quiero hacer segundo de bachillerato, no quiero que no me dejen dar literatura universal por estar en bilingüe, no quiero soportar a los mismos pesados de siempre, no quiero estar en Tortura y civilización francesa y pensar que mis compis chupiguaises y a los que aprecio tanto están en la clase de al lado estudiando a Baudelaire, a Dickens, a Wilde... Voy a morir. Sé que voy a morir. Porque no estoy motivada, porque así no se va a ningún sitio, porque no quiero enfrentarme a nada, y porque prefiero quedarme en casa durmiendo. No, en serio. No tengo las fuerzas suficientes para aguantar un curso que no quiero hacer, que no sé cómo será el bilingüe, que a lo mejor la historia en francés se vuelve horrible, no quiero saber nada de profes nuevos que me cojan manía sin querer como el de la escuela de idiomas... NO.

Tengo diez días para encontrar la motivación y ninguna esperanza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario