jueves, 30 de junio de 2011

Indignación cumpleañera y otros sucesos.

Bueno, blog. Se acercan estas maravillosas fechas previas a mi decimosexto aniversario, y como es costumbre y tradición, comienzan las quejas de rigor. Aish, yo ese día no puedo; aish, a mí no me dejan ir ahí, que hace mucho sol; uish, mi madre dice que; yo, es que... me voy a China!

Perdonen, ustedes. Creí que por sus respectivos cumpleaños no escucharon queja alguna por mi parte. Será que soy muy lela. Y bien, empezaré remarcando la importancia del asunto, ya que muchos entes, se lo toman a la ligera.

Pues hombre, qué quieres que te diga, va a ser el día en el que cumplo dieciséis años, voy a hacer una fiesta to cool en la finca, con las gatas, en tiendas de campaña, con merendola, piscina por la noche... blablabla. Pero, ¿a quién conchos le importa ir o no? Si total, es el cumple de Berta, y para estar con Berta. Si la vemos tos los días! he ahí la cuestión, se supone que es un día especial, que para muchos, no significará nada, a mí me parece una bonita ocasión de demostrar la importancia de alguien en nuestras vidas, diciéndoles eh, tío, que hace dieciséis años desde que llegaste, que me he cruzado contigo, y ha sido guay (tampoco hay que ponerse pasteloso total, oye! que yo no pido mucho...)

Pero bueno, intentar convencer a alguien de la importancia de asistir a esto me parece estúpido, ya que una persona a la que le importara realmente no andaría así... pero en fin. Pasemos al siguiente punto.

Sí, sí, es que... yo quiero ir... pero no puedo. Ejem, ejem, ejem.

Punto namber uan: si de veras no puedes ir, tía Bertita lo entenderá, y espera un mínimo de pesar por la ausencia programada a dicho acontecimiento, que para ella, aunque a ti te importe una mierda, tiene una relevancia trascendental. Escusas presentadas, indulgencia y fin del tema. Pero, nada, hay que tocar las napias un rato, ergo:

Punto namber tchu: No me vengas con milongas tipo: eh! no pongas esa cara, que no es culpa mía, qué quieres que haga? blablabla
Es culpa mía entonces, no? Claro, Berta! Que pareces nueva! No tengo derecho a manifestar mi molestia por la ausencia de alguien importante para mi persona a mi fiesta de cumpleaños. Ah, perdóneme usted, creía que algo de derecho sí tenía. Será que soy tan tonta como el mundo intenta que me sienta:) (obvio, hija!)

Sí, será eso. El defectuoso estoicismo me dice lo mismo que mis padres. hazlo cuando quieras, el que pueda venir que venga. Cuan inteligente solución, entonces qué, Peter? Tú y yo solos de parranda, no? ;D

Ejem, ejem, ejem. Voy a hacer como si años anteriores nadie se hubiera quejado, vale? Como si otras veces hubiera sido como tenía que ser. A ver si mi paciencia se estira un poco más, antes de salir rebotada y dar en un ojo a alguien e_e

Eso es lo que más me molesta de todo, al igual que en el viaje. Que tenga que pagar yo, por la insensatez de otros. Y sabes por qué pasa esto, blog? Porque me lo tomo todo en serio, con el mínimo de seriedad que la situación exige. Si todo me diera igual esto no pasaba. Vamos anda, es que sólo hay una cosa más que decir a este tema:

Tenéis un morro que os lo pisáis, os tropezáis con él, os caéis encima y no lo aplastáis porque es más grande que vosotros mismos.


Tema 2 del día: Conserjas.

Estimadas conserjas: son ustedes unas zorras. Totalmente. Hoy, volvía mi amado monedero olvidado de Lleida. Y creo que el martes dejé bien clarito que cuando viniera el monedero, no tenían más que guardarlo, que yo iría sin falta hoy jueves a recogerlo.

Nada difícil, verdad, señoras?

Pues bien, llega el señor de Seur, con mi paquetiño adorado y qué le sueltan las conserjas? Que ella no saben nada, que no se hacen cargo y ni si quiera dan mi número de teléfono al hombre para que me lleve el monedero.

Son unas putas zorras, que lo sepan, que son una hijas de su madre y que cuando se dejen ustedes algo en cualquier parte, espero que se lo paguen del mismo modo, zorras.

El señor ha llegado a mi casa, dirección proporcionada por algún profesor (lerdi o javi) al que han llamado, y claro, eran 26,27 euros. ¿qué se creían las zorras, que no se lo iba a pagar? Ese monedero valía más que ellas, así que cómo coño no se lo iba a pagar!!

En fin, que son unas lerdas, y que cuando vaya a echar la matrícula se van a enterar de lo que vale un peine, ostia!


Fin del tema 2.


Creo que de momento, no tengo más que decir.