sábado, 9 de abril de 2011

Son 15, no 5.

Sí, Ma., son quince años, no cinco.. tal vez deberías... no sé, ¿darte un poco cuenta de las cosas? Hasta cuándo voy a tener que estar paseando de casa finca, finca casa. No sé que esperas que haga este verano, pero desde luego que no pienso pasarme allí treinta y cinco horas a la semana. Tengo vida, por muy ínfima e insignificante que sea, y pienso que debería retomarla donde la dejé, por ahí, abandonada en un pu...ñetero rincón lleno de libros y apuntes.

¿Te preguntas por qué voy de negro? Es mi reivindicación personal, mi disconformidad particular. Ma., yo voto en negro, no en blanco. Y puede que debieras ser a veces más flexible y transigente, porque no hay término medio en estos asuntos.

Así pues, no te dedicaré más líneas que no vas a leer, porque ni siquiera sabes que Hi. tiene un blog, ni lo que quiere hacer cuando sea un poquito más mayor de lo que tú te niegas a reconocer que ya, medianamente, es.


P.D: Deja de decapitarme muñecos, que luego me pego los dedos con el p*censored* pegamento cuando intento revivirlo y después tengo que limarme las yemas de los dedos para que se quite:_



Bueno, no hay mucho más que me apetezca contar ahora excepto que me ha tocado un libro de Emily the Strange (L) en el concurso al que va dedicada la entrada anterior ~ y que ayer han nacido más gatillos que la pava de Haru ha subido al quinto pimiento (arriba del buss). Que son tres enanos, uno gris y dos parditos con blanco y que son una monería (L)


Dark cookies para todos. Excepto para Ma. que hoy no se lo merece.