martes, 16 de octubre de 2012

Vamos a ser positivos.

He llegado a un punto en el que ya no puedo seguir por este camino. A partir de aquí hay que cambiar. ¿Cómo he llegado a esta conclusión? Muy sencillo: hoy no me he reído ni una sola vez de forma estrepitosa. Esto es un crimen, un pecado, una vergüenza. Yo soy la primera en decir que las personitas alegres también tenemos derecho a estar tristes, pero esto está pasando de castaño a oscuro, blog. Y sé que no puedo seguir así. Noto cómo todo el mundo se empieza a cansar de que yo esté mal, de que tenga caras largas, de que llore todos los días. Voy a arreglar esto, para jolgorio vuestro. Pero sabed que lo único que quería era una abrazo y que me dijéseis que estábais aquí.
Tras este preámbulo empezaré a recopilar cosas que una parte de mí, una de las que me quería mucho una vez, tiene que decirme. Y si alguien triste se encuentra algún día con esto, espero que le ayude, porque también es para ti.

A ver, cara pan. Sonríe, que tampoco es para tanto: más se perdió en Cuba y venían cantando. ¿Qué es lo que te pasa?, a ver, cuéntame. Respira hondo, tómate una manzanilla, y o bien haces respiración abdominal o respira entre las dos manos, que calma mucho.

¿Qué te preocupa? ¿El curso? Tranquilidad, no siempre vamos a ser capaces de entrar en el punto más alto en el que lo dejamos la última vez. Date tiempo. Conoce al profesor, su forma de trabajar. Procura llevar los ejercicios al día, escuchar en clase... pero piensa que es imposible dedicarse en cuerpo y alma todos los días a cada una de las seis asignaturas diarias. Ponte metas sencillas, que te vayan motivando y estimulando para seguir trabajando. Y recuerda que la única que se pone la zancadilla eres tú misma. No te pongas límites, sí metas, pero no límites. Organízate, eso no es difícil. Lo has conseguido otras veces, así que no veo por qué no ibas a hacerlo ahora.;)


¿Qué más te preocupa? ¿No estar en tu mejor momento? Después de un verano de relajación total y absoluta, no tienes que esperar que tu cabeza se ponga a escribir sonetos de rima consonante como churros. Deja de agobiarte, deja de intentar hacerlo todo, contralarlo todo, tenerlo todo planificado. Hay más gente en el mundo, ¿vale? Unas veces lo harán unos, y otras veces otros. No tienes que ser tú siempre la que vaya a comprar los regalos, la que tenga todas las tareas bien, la que saque buenas notas, la que vaya a todas las manifestaciones, la que haga lo mejor del mundo mundial, porque no. Porque no se puede. No se puede ser perfecta, estar al cien por cien en todo, porque no eres una máquina. Necesitas tener un margen de error, unos parámetros de fallo, como toda persona.


Tranquilízate y sonríe, que ya verás cómo el exterior acaba contagiando al interior. Poco a poco, paso a paso. Y piensa que siempre hay alguien aquí.


Y eso era, más o menos, lo que necesitaba oír.

lunes, 15 de octubre de 2012

Filosofía de cordel.

Hoy vengo a hablar de las relaciones afectivas. Más que de ellas en sí mismas, o sea de su esencia, voy a centrarme en los conflictos adyancentes. Es decir, esos conflictos que surgen en las trincheras en los que nadie se atreve a declarar la guerra, pero se puede cortar la tensión con un cuchillo.

Empecemos partiendo de la hipótesis que dicta que una relación afectiva es un algo sostenido por dos pilares. Estos dos pilares han de estar equilibrados. Lo ideal es que ambos estén siempre a la misma altura y sujeten el mismo peso. Esto, en una relación normal y corriente, sucede en días de arcoiris y colorines: ambas partes se sienten bien consigo mismas y disfrutan de días bonitos y de sonrisas.
Lo que pasa, es que, una vez dentro de una relación, de cualquier tipo dentro de las afectivas, no podemos vivir el resto de cosas de nuestra vida al margen de ese condicionante que es la relación en la que estamos. Por eso, ante conflictos, es el conjunto quien ha de resolver los problemas.

Tanto si el problema atenta contra uno solo como contra ambos, es necesario afrontarlo en común, puesto que no tiene ningún sentido que un pilar se vaya de paseo, olvidándose de que tiene que sujetar algo. Con esto no quiero decir que cada uno no pueda cumplir una función distinta al mismo tiempo. Si pensamos por ejemplo en dos columnas de la parte frontal de un templo griego, ambas sujetan un frontón, pero a su vez, cada una forma parte también de la hilera de columnas de las fachadas mayores.

Lo que quiero decir con esto es que, cuando hay un problema, necesitamos ayuda. Si el problema es solo nuestro, necesitamos saber que el peso no recae solo en nosotros, que aquí, -a nuestro lado- hay alguien que nos está apoyando y nos ayuda a sostenerlo. Si el problema es solo de la otra parte, debemos demostrar que estamos aquí. Habrá veces en las que no entiendas el problema, te parezca una tontería o pienses que tienes otras cosas más importantes que hacer. Pero si de verdad queremos a esa persona, hay que ayudarla. Claro que todos podemos sentir en un determinado momento que ese problema es una carga extra que no tenemos ganas de afrontar. Pero no podemos ponernos a hablar con nuestras primas de la hilera mayor y desocupar nuestro puesto en el frontón. Porque un día, puede que sea al revés. Que sea la otra persona la que tiene ganas de ser feliz mientras nosotros tenemos un problema gordo, y no podremos echárselo en cara, porque nosotros también lo hicimos. Porque si estamos con alguien es porque realmente le queremos, y si queremos a alguien, repito, tenemos que quererle siempre. En sus mejores momentos y en los malos.  Si columnita uno está mal, columnita dos no tiene que ponerse mal también, tiene que rescatar a columnita uno y hacer que se ría, que recupere la ilusión y tenga más ganas de afrontar su problema. Columnita uno tendrá muchas más ganas de hacerlo si sabe que columnita dos va a hacer cualquier cosa que esté en su mano para ayudarla. NO para resolverle el problema, si no para ayudarle a resolverlo. Columnita dos no va a sujetar el frontón sola porque tenga mucha fuerza ese día y columnita uno no pueda. Columnita dos, solo puede aguantarlo un momento mientras columnita uno se limpia las lágrimas y se vuelve a colocar. Y juntos, sujetan el frontón. La relación se afianza y cada uno se realiza. En común y por separado, pero al fin y al cabo, dentro de la relación que, por lo menos, dicen tener.



(Sí, para esto sirve estudiar historia del arte... :P)


Y antes de enfadarnos con alguien, hablarle mal, culparle por algo, juzgarle, negarle un abrazo, la palabra o lo que quiera que nos entren ganas de hacer, pensad, por favor:  l@ quiero. Cuidado con lo que hacemos, porque a veces no tiene remedio. Y una columnita rota no es un Partenón feliz :(


sábado, 13 de octubre de 2012

Posicionamiento.

La verdad es que hay veces en las que, después de una entrada resultona y que me gusta cómo he expresado, me dan ganas de poner el enlace del blog por todos los lados, como acostumbro a hacer con el otro. Si lo hiciera, más gente leería lo que escribo, pero hemos de tener en cuenta que gran parte de lo que escribo lo hago para que no lo lea nadie. Sin censura, sin límites. Eso es algo que suele pasar en cualquier blog cuando llevas un tiempo considerable abriéndote. Al final tus seguidores, que, por lo general, suelen ser conocidos, acaban sabiendo cosas de ti que tal vez no deberían saber.
A veces siento eso con el otro blog, pero al fin y al cabo, siempre queda la idea de que es ficción, de que yo no soy todos esos personajes que escribo... pero aquí hablo directamente.-Y bastante mal, por cierto, la mayoría de entradas no están bien estructuradas, etc.- Hablo directamente y desde mi perspectiva. 'Yo soy yo y mis circunstancias'. Hablo de mí, de lo que me pasa, de lo que siento, y espero poder seguir haciéndolo al menos un tiempecillo más. Resumiendo, si eres un cotilla y me conoces demasiado, largo de aquí. Respeta mi intimidad o atente a las consecuencias -porque posiblemente no te guste lo que escribo-.
Y como culmen de esta apología, diré que soy una persona humana. Que siento y padezco. Y que esto es un blog cochambroso de una adolescente de diecisete años que no tiene ninguna intención ni de ser políticamente correcta ni de practicar la demagogia.

Si quieres segui leyéndome, adelante. Si no, no os preocupéis por mí, lo superaré.


viernes, 12 de octubre de 2012

Escriba un título.

Hola, blog terapia. Necesito desahogarme, contarte lo mal que me va todo  (xD?)

No va a ser una entrada divertida porque estoy cansada y no tengo ganas de pensar ironías, así que, bajo tu responsabilidad si sigues leyendo...

Odio segundo de bachillerato. Odio todo. Odio la caña que nos meten. Tengo la constante sensación de que soy una inútil, que no me da la cabeza para ello. Todo el mundo hace los deberes sin problemas, estudia, hace bien los exámenes. Y a mí me cuesta muchísimo y no lo consigo. No sé cómo habré sacado las notas del año anterior, porque no tiene sentido. Soy una inútil.

Ahora viene la huelga, y tenemos que preparar una asamblea. Son tres días de huelga, y sé que, en un futuro inmediato, no me conviene hacerla. Me lo ha dicho mi madre y me lo han dejado claro los profesores, puesto que ellos van a seguir dando clase. Pero la tengo que hacer. Porque sí, porque no puedo sentarme esos tres días en clase. Voy a aprender mucho y todo eso, pero luego qué? Qué va a pasar al año que viene? Yo cada vez más inútil, no voy a conseguir la beca por buena nota. EL 9.5 del año pasado no va a servir para nada, porque este año va a ser catastrófico. Voy a volver a ser alguien mediocre. No normal, sino mediocre. Voy a volver a no encontrarme, a no ser feliz. Porque sé que la única manera que tengo de acercarme un poco a la felicidad es anestesiándome. Rebuscando entre las cosas para estar a gusto. Y encima me siento mal, porque siempre he sabido que no deberíamos quejarnos con la vida que llevamos. Pero estoy cansada de tener que estar bien. De sonreír, de hablar mucho en alto para no oír lo que pienso. Estoy cansada de venir llorando a casa todos los días. De cansar a la gente con mis tonterías. Estoy triste, por encontrar espaldas cuando lo que necesito son hombros.
La necesito a ella, más de lo que me gustaría reconocer. Porque 99 de cada 100 veces soy yo la que la necesita , frente a esa vez restante en la que es ella quien necesita que yo esté ahí. Y me siento aún más inútil, por necesitar algo, alguien, que no me necesita a mí. Saber que podría pasar sin verme el tiempo que hiciera falta mientras que yo muero por pasar cinco minutos más con ella. Que cada vez que pido un abrazo es como si estuviera intentando remilgar algo. Que soy una pesada por pedir tanto. Y me voy todas las noches a la cama muerta. De cansancio por todas las cosas que hago en el día (clase, teatro o escuela de idiotas, tareas, estudiar) y de todas las cosas que me carcomen el alma.

Ya no sé si estoy mejor sola, con alguien pero calladita.... no lo sé.


Quiero irme a vivir debajo de una piedra, y lo necesito ya. Porque no sé cuánto tiempo más podré aguantar esto, y no sé si esta vez podré arreglarlo yo sola.

lunes, 1 de octubre de 2012

Pescozón.

Hola, blog. Tengo cosas que contarte, gente a la que apalear con remos... empezaré por un pequeño tema en el que tampoco quiero hacer mucho incapié, peeero bueno, blog, ya tú sabes que eres mi terapia en pos de la felicidad en casa.

Tienes un poco de prisaaa y te la metes por el.... *censored*

Bien. Es de todos sabido (al menos de quien me oiga hablar) que me gusta repetir la frase: 'me crea ansiedad'. Obviamente, aunque pueda parecer una mera excusa para que alguien cierre la boca -que también- tiene un trasfondo. Como a estas alturas ya hemos podido comprobar... segundo de bachillerato es una mierda. Y, por desgracia, no es una mierda chupada. El curso tiene la dificultad suficiente como para que no sea necesario andar agobiado por elementos externos. NI andar agobiado, NI, por favor, agobiando a los demás. Si vustedes, personitas irracionales, sienten la necesidad de compartir su ansiedad con el mundo, tienen dos opciones: O aprenden a proyectarla de una forma que parezca que eres una persona civilizada (es decir, sin gritos, voceríos, puñetazos, patadas, empujones y algún que otro pescozón - y sé que esto último es difícil) o se compran una pelota antiestrés. Yo voto porque escojáis la segunda opción, ya que así me ahorro el tener que ahorrarme los pescozones en respuesta.
Con este circunloquio, vengo a decir que os vayáis a la mierda o a vivir con el señor esponja, porque yo no puedo vivir con estrés, con ansiedad, hiperventilando y con contracturas en la espalda, ondie.  Y ya correr entre clase y clase y no poder si quiere hacer pipí... eso sí que no. ¬¬

Hay Festival, pero no hay sitio.

Jojojo, cuan jocosa es tu sátira. Pues no, abobao. (xD?) El sábado, después de una crisis de ansiedad personal por un malogrado comentario de arte que abusó de mi tiempo para con él, salí al fumadero de opio en busca de las personitas con las que había quedado. Para empezar, el autobús decidió llegar 10 minutos tarde para ahorrarse que pasara el siguiente. Ya no sé si esto es crisis o desfachatez. En fin, cuando llegué al fumadero en cuestión, resultó que las personitas con las que había quedado tenían ganas de sentirse personotas y habían pedido un aparatejo de esos humeantes para gangrenarse los pulmones. Ente de mí, soy asmática, y cualquier exposición prolongada a la respiración de humos, me sienta un poco mal. Por muy mal que me parezca el propósito de intentar parecer una personota cuando no eres más que personita no lo trataré ahora, pero ahí queda, para la posteridad...

El tema va cuando, cómo no, llegamos con la hora pegada al pompis a la charla del Hay Festival sobre la moral liberal a la que íbamos. -Es que en fumar, se tarda un rato, que no sabéis.- La charla estuvo bastante interesante, aunque no compartía posturas con ninguno de los dos miembros del 'debate', yo escuchaba como personita civilizada que compra una entrada y va a escuchar una charla. La crítica empieza aquí. ¿Por qué ostias, y no tengo otra palabra, pagan ustedes por ir a ver una charla que no les interesa? Me da igual que sea por la miseria de dos euros, ya solamente el hacer el esfuerzo de ir a ocupar un sitio, que sin ir más lejos, bien lo podía haber ocupado yo, me repatea las pompas.
Vivimos en Jegovia, esa ciudad, cruel broma del destino. Y a todo acto cultural que se precie, acudirán los pseudo intelectuales de siempre. Y que por qué digo esto? Porque una persona, una persona, eh! Ya no digo intelectual ni nada, no tiene la falta de respeto de levantarse antes de que terminen de hablar las personas que dan la charla. Si no ha acabado de hablar, te esperas. Y si no, no haber venido. Yo lo veo muy simple. Pues nada, las señoras de delante diciendo que si el hombrecillo holandés, era un pesado y se enrollaba con el mismo tema. (Señora, no le ha escuchado al principio, si su libro está escrito bajo la premisa 'Sexo, drogas y rock'n' roll', de qué quiere que hable, de patucos de calceta? Váyase por ahí, buena mujer!)

A la señora de la pata chula. Si usted precisa una silla supletoria para su escayola, pídasela a los organizadores. Si de lo contrario es usted tan chula como su pata y va a utilizar la silla del de delante, que ha comprado su entrada, haga usted lo propio y compre una entrada para su pata chula. Nada más que decir. u.u

Al resto de gente en la sala, el aplauso final es para vosotros, que os levantásteis como si las sillas os quemaran el culo antes de que alguien dijera '¿hay más preguntas?'.



El domingo, teníamos entradas para ver War Horse en la filmoteca de La Cárcel. Y como ya sabíamos de qué iba la cosa (o sea, que nunca hay tantos sitios como entradas, porque los políticos, tontos del culo y demás gente que se cree guay no necesitan entrada para llenar con sus sucios traseros los asientos), teníamos que llegar pronto para hacernos con el sitio legítimo que nos prometían nuestras entradas. Ahí estábamos, en una cola. En una buena posición, decente, que nos hubiera garantizado un bello y bonito emplazamiento. Pues nada. Primero, nos hicieron la encerrona de aplaudir a la mujercilla que había producido la peli. No tengo nada en contra de dicha mujer, pero Jegovia es así. Como estamos marginados de la civilización y vivimos lamiendo el culete a Madrid, cada vez que alguien viene aquí hay que tratarle como si nos estuviera haciendo el favor de venir a esta dejada villa apartada del mundo. Patético.
Total, que pasamos a la sala y nos sentamos en primera fila. Porque éramos seis, y la gente es experta en dejar huequitos entre las filas. Que si dos allí, uno allá y así. (Pero esto en tós los laos...). Y viene una mujercilla y nos dice que si no nos importa irnos a otro lado, que van a dejar esa fila para los invitados. Verá, buena mujer, tengo dos cosas que decirle. 1.- Si querían guardar la fila, ¿POR QUÉ OSTIAS NO LO PONEN CON UN CARTELITO?, aunque sea un cochambroso, un triste 'RESERVADO'. Imbéciles. 2.- ¿A QUE SI SOY UNA ABUELA NO ME ECHAS, perra?

Que luego los jóvenes no estamos interesados en la cultura, que nos echamos a perder, que no nos interesamos por las cosas y nos vamos de botellón. Pero quita, quita. Que con 17 años no sé qué pintas aquí, entre intelectuales que somos. Y qué sabrás tú de moral liberal. Y yo digo: ¿y qué sabrán ustedes de moral?. Que no tienen ná de ná. Ni un poco de empatía ni de sensatez y ya ni hablar de educación, que serán ustedes mu listos y mú cultivaos, y habrán leído mucho sobre ética y moral...

pero idos preparando para cuando yo sea abuela. Porque os voy a dar pal pelo.... y mi venganza será terrible.


lunes, 17 de septiembre de 2012

Afrentada me hallo.

Se abre la sesión, blog cochambroso. No te ofendas, en mi vida todo es cochambroso. (Mi clase es cochambrosa, mi pelo es cochambroso, mi ánimo es cochambroso...) Y como órdenes cochambrosos del día tenemos:

-Desmotivación, agravio y otros desórdenes paracrónicos.

Qué miedo, qué vergüenza, qué risa más siniestra y con tintes de esquizofrenia subersiva tan simpática. ¿Dónde me he metido? No hay quien entienda al profesor Gotye y a su congénere bien oliente. A ver, entender se entiende. Pero claro, yo tengo la constante sensación de que no he cogido toda la información que había de coger. Un estrés, una ansiedad... u.u. Verás tú los exámenes, ahí voy a ir yo, con más miedo que vergüenza. Es terriblemente complicado seguir ese ritmo de escucha constante en francés, el tener que procesar la información que estás escuchando y a su vez transformarla en apuntes coherentes y sin faltas ortográficas (ejem, ejem) en otro idioma. Y además debo ser la única lerda que no le da la cabeza para entender. Es que tiene que ser eso, me falta un cromosoma... (mimimi):

2.0. ¿De dónde ha salido mi profesor de Historia del Arte? Soy el estómago de Fulano. Y sigo sentado en el aula 19 del edificio viejo. Qué hipster, qué gafapasta más raro. Oiga, luego será majo, sobre tó por las promesas de excursiones... pero los 22 temas... de una asignatura que nunca quise dar... Dilucida el mozo: 'cada uno tendrá sus motivos para coger esta asignatura (blablabla), a mí me parece muy entretenida (blabla).' Esfúmese, mesié. :(


-Desequilibrio mental fangirleano en proceso.

Oiga, quien lea esto. Como ya sabrá a estas alturas de blog, soy una chica con pocas expectativas a corto plazo. Me hacen feliz series, libros, tardes tirada en el parque y tener buenos días. Y mi pregunta inquisitivo-retórica va, una vez más, dirigida al aire. ¿Cómo es posible que en una serie como Spartacus, veamos solo 40 segundos de beso apasionado entre dos mozos, mientras que tenemos que tragarnos escenas muuuucho más explícitas hetero-románticas? La pregunta está más o menos formulada. Indaguemos en esto con su respuesta.

Pues bien, alguien podría decir: 'es una serie americana, emitida en hora de máxima audiencia y puede que eso hiera sensibilidades'. ¿Peldón? La única sensibilidad que se hiere es la mía en la afrenta de darnos un beso de esta pareja por capítulo. Incredibol. Y dirán los tolerantes, bueno, algo es algo, se empieza por lo menos a meter parejas gays en series de máxima audiencia. Sí, muy bonito, pero si no se les da importancia, ¿para qué queremos más?

Otro motivo discutible que se me ocurre. Porque Spartacus está principalmente dirigida para hombres. Pues mira, con este motivo subersivo me parece que hacen doble daño. Uno a que a los hombres heterosexuales no les interesen las parejas gays y otro a las mujeres seguidoras de la serie. Si se creen que nos basta con ver tíos mazáos en calzoncillos romanos se equivocan. No mucho, pero un poco... (xD) Vamos, que me parece ridículo que tengamos que contentarnos con besos de microsegundos, esos 40 segundos del episodio 3x08 Y que de esa relación no se vea ná y por otra parte tengamos que verle los pechos a todas las mozas de la serie E incluso aguantar en muuuchos de los capítulos violaciones (no explícitas, gracias a Dios, pero sí el primer plano de la actriz) cuya secuencia dura más que las de Nagron. Incredibol, señores. Me están creando un trauma.


Se levanta la sesión. Yo voy a ver si me hace efecto la tila...

viernes, 14 de septiembre de 2012

Oyoyoyoy...

Aish, bloggi. No sé en qué momento me volví tan sensible. Yo antes era una tía dura, ahí con michelines de protección (venga, tampoco eran tantos... xD) No sé, no me afectaba tanto el mundo. No sé si es que perdí el estoicismo que me gustaba llevar en el bolso, si antes de todo el mundo siempre me había tratado bien (opción que se cae por su propio peso...) si tenía cosas que me hacían más feliz... lo que me lleva a pensar: duele más perder esa felicidad que alcanzas, por muy tenue que sea que no tenerla nunca. (Sí, acabo de tener filosofía, perdonadme... xD) Tal vez sea eso. Que en algún punto de mi vida que no sé si recuerdo me volví feliz. Que se me ocurrió dejar las caras largas (que no el negro*-*) y empezar a hacer cosas, a creer en cosas, a escribir con regularidad, a entregarme entera a sueños que no eran los míos o que hacía míos de alguna forma. A sueños que leía, a ser feliz con personajes que eran felices. ¿Suena estúpido? Posiblemente lo sea. Ayer mismo, (espoiler de Spartacus) Agron besó a Nasir por primera vez. Paré el video y volví a ponerlo. Porque yo había vivido el drama de Agron, yo había visto cómo había llegado al ludus solo con su hermano y cómo este había muerto entre sus brazos protegiéndole. Yo había sentido sus escalofríos al vaciar vidas como alegoría de la suya propia, que no tenía nada. Y también había visto cómo un chico que encuentran, que parece odioso y que ni siquiera le cae bien al principio refleja su misma soledad. Y se traga los prejuicios y lo que puedan pensar de él y se da cuenta de que ahora puede luchar por algo. Que vale la pena hacerlo, que vale la pena volver a casa, sea cual sea ese lugar, porque él está esperando.


(Oyoyoyoyoy<3)

Vale, hasta aquí mis fantasías homo románticas... Lo que iba diciendo, no sé en qué momento me volví tan sensible. Tal vez fue cuando aprendí a canalizar esas emociones de otros en las mías propias. Es horrible. No es un don. Bueno, tal vez lo sea, pero es horrible. No puedes regañar a la gente a no ser que se hayan pasado bastante o se lo merezcan. Porque claro, con la sensibilidad ésta, se genera también un amplio sentido del deber. De hacer las cosas bien y justas. Y luchar contra las injusticias y todas esas gaitas. Y acabas llorando por todo. De alegría, de pena, de empatía por algo que ni siquiera te afecta... Te conviertes en algo extraño. No sé, es especial, creo que en el fondo mola un poco eso de ser capaz de valorar las cosas desde otra perspectiva...

jueves, 13 de septiembre de 2012

Kill them all.

Blog, nunca te he sido más sincera como lo voy a ser ahora contigo. Nunca te he escrito como te estoy escribiendo ahora. Nunca he muerto tanto y tan poco como lo acabo de hacer.

Ambos sabíamos que yo no iba a poder dar literatura, ya ni me molesto en poner el nombre completo y en mayúsculas, para intentar alejarla. Todo el mundo lo sabía, los jefazos del instituto lo sabían, y aún así me dieron esperanzas. Yo no las quería si no eran ciertas. Me hubiera hecho a la idea, lo prometo. Después de lágrimas y golpes a piedras, pero me hubiera hecho a la idea. Hablando con el tío de Inés, con quien fuese. Me hubiera ahorrado la mañana de hoy. La primera vez que veo a mi madre llorando de impotencia. Quería que viniese conmigo a pedir explicaciones porque siempre he considerado que tenía esa entereza de mami que tienen todas las madres. No sé si me he equivocado, si se ha quebrado por mi cara que llegaba hasta el suelo, por mis lágrimas a punto de derramar, porque sabe que nunca he sido tan feliz como en esa clase, porque le da rabia que los profesores intenten arreglar una situación que si era inviable nunca habrían dejado abierta como posibilidad, porque alguien venga a juzgar lo que es importante o no para su hija, porque mi frustración se ha visto reflejada en sus propios sueños, porque ha visto en mí a sí misma y los errores que creerá que cometió alguna vez, simplemente empeño o ganas de llorar. Juro que nunca la había visto así. Nunca. Hubiera sido capaz de gritarle: `Mamá que ya no la quiero dar´ y que me hubiese dado un tortazo por marear tanto la perdiz, y no que haya dicho todas las cosas que ha dicho, a no sé cuántos profesores distintos, solo por defender algo que yo quería. Porque sé que por mucho que la solución cochambrosa tenga que ser aceptada y yo lo esté haciendo en estos momentos, sé de sobra que mi madre está sollozando mientras fríe los filetes. Que se va a sentir mal siempre, que a lo mejor lo considera un ridículo, el haber ido a denfenderme y el haberse puesto así con los profesores. Que va a ser algo que ya no va a olvidar, que cada vez que vaya al instituto o vea algún profesor va a recordar que la han visto como la han visto. Y sé que yo voy a morir más. Porque no le tenía que haber dicho que viniera, que tenía que haberme callado, quedarme llorando en el baño y tragarme mi propia mierda yo solita. Que tenía que haberme hecho a la idea y poner buena cara.

Sé que este curso se va a la basura. Que jamás podré decir que yo estudié tal cosa, porque no lo haré. Y sé que en el fondo no merezco nada, y que es por eso que no lo tengo.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Rumour has it...

Hoy va de rumores, bloggi. Voy a pensar en lo que la gente creo que cree de mí y explicarlo. No para que ellos lo vean, ni mucho menos, quita, quita xD Es para desbaratar mitos sobre mí misma... xD Bueno, empecemos:

Empollona

Vale, esto lo dicen por la notas. Pues qué queréis que os diga, si sacar buenas notas es de empollones, sí lo soy. Pero no me lo considero porque mis notas son por mi esfuerzo, y a veces también suspendo. Este curso suspendí un examen de filosofía (T_T) y en tercero tuve que ir a septiembre con FyQ, ergo... jaja. Lo gracioso es que consideren que soy una empollona y luego que me regalan las notas por estar en letras... no hay quien les entienda.

Borde

Aquí hay un problema de distinción. No soy borde, soy indiferente. Todos sabemos de personas que son capaces de ser falsas hasta la saciedad, de sonreírte con su más bonita cara y luego ponerte a parir. Oigan, a mí eso no me sale. Soy bastante expresiva (mi cara dramática de disgusto es ´` y la de enfado `´ *con una ceja más arriba que la otra, creo...*), así que si alguien me toca las narices luego no me sale sonreírle. Igual que si, aunque no sea de forma directa, alguien me fastidia en clase, luego no voy a ir detrás poniendo buena cara... en definitiva, no soy borde, simplemente no voy a juntarme con gente que por sus comentarios y sus actitudes no me caen bien. Que no es que no me relacione con la gente en general, hablé del grupo de teatro, o sea que esa no es la excusa. También es seriedad, yo me tomo las cosas siempre muy en serio. En clase no hago el lerdo, porque el insituto no está para eso, luego en el recreo es todo un escándalo, pero en clase sé comportarme. Luego que cada uno interprete lo que quiera... ~ Bueno, solo soy borde si hablamos de política y de las manifestaciones y las huelgas. Ahora no entraré en ese tema, pero es el único que me saca de quicio tan exacerbadamente. Yo hago huelga cuando se convoca y porque quiero, no toques la moral, tú haz lo que quieras.


Lesbiana

Esto no me parece un insulto así que que lo piense quien quiera... xD. No, en verdad no lo soy, tengo una womante (ya explicaré el término), pero no lo soy. A veces pienso 'ojalá lo fuera para que si alguien se atreve a meterse conmigo por eso dejarle muy mal'. En fin, todos locos.


Marginada

Esto es un término acuñado desde tiempos inmemorables, no solo a mí, sino a mi grupo de amigas. Contaré la historia desde el principio. Mis amigas y yo, siempre hemos sido un tanto alternativas, y con esto me refiero a que: con doce-trece años, no íbamos a las discotecas esas para 'niños' en las que las chicas de nuestra edad se vestían como putillas. (En realidad no me he vestido cual putilla en mi vida, entiéndase mini-mini-minifalda, botines de taconcete, medias color carne, ojos de mapache...) Nosotras lo que hacíamos era quedarnos en el barrio, haciendo el canelo, sin molestar a nadie. Con catorce años, no íbamos de botellón, si salíamos por el centro era para dar una vueltecilla y volver luego a casa. El dinero nos lo gastábamos en libros, no en maquillaje. El mejor plan del mundo para un viernes por la tarde era ir al cine. No llevábamos tacones, no íbamos cual puerta a clase. Estudiábamos, nos preocupábamos por los estudios, por no molestar en clase, por aprobar.
No sé, no nos dejamos llevar por las modas absurdas de niñas bobas. De hecho, cuando suspendía en tercero no fue por culpa de un novio, ni por ser putilla ni por salir los viernes. En realidad fue por culpa de muchos chicos, pero no en ese sentido. Era por ver anime en vez de estudiar... mimimi, fue un mal año. xDD Qué tiempos... no sé, siempre fuimos a nuestra bola, sin preocuparnos de nadie y eso es lo que le molestaba al resto, que hubiera alguien que fuera a lo suyo, sin someterse a las jerarquías lameculos de 'ay, qué bien te queda eso, tía' y pensar 'furcia'. No sé, chorradas así. Fuimos - y de hecho somos- niñas tardías, que con 17 años, algunas tienen novio, otras no lo tenemos y seguimos sin ir de botellones, nos preocupamos por nuestro futuro, no por las borracheras de los viernes y que yo sepa no nos aburrimos, oigan.

Friki

Bueno, bueno, bueno. Esto es un hecho. Sí, también es verdad que después de piciarla en tercero por enviciarme a animes, los abandoné un poco. Me siguen gustando, claro, pero durante el curso estoy mucho más centrada. Cambié la dirección de mi frikismo de lo japonés a la sci-fi y la fantasía épica. Ahora mi principal fuente son las series (mimimimi), pero estoy deseando ir al Japan Weekend de septiembre, necesito una camiseta de Sherlocked y un peluche de la princesa Bultos (L) jajaja. No sé, pero no es algo que demuestre en clase, pero en fin.


No se me ocurren más cosas, si no las iré añadiendo, pero para terminar pondré algunos comentarios de mis compañeros que me han hecho gracia a lo largo de mis años de instituto (dirigidos a mí o alguna amiga):

-Hala, ¿que tú sales los viernes?
(No, me quedo en mi batcueva;)

-¿Esa tiene novio?
(¿Hola, golfas? Y a vosotras qué más os da. *Las petardas de mi clase preguntando a un amigo nuestro sobre el novio de otra amiga, patéticas*)

-Oye, Berta, ¿y tú cómo estudias?, es que a mí blablabla.
(La pregunta no es esa, es: ¿cómo estudias tú? plantéatelo;)

-Ah, que esas vienen al viaje de fin de curso.
(Ah, no, lerdo, si quieres vas tú solo, amorfao)

No se me ocurren más, pero en fin. Por esto entre otras cosas no quiero que empiece el curso...

lunes, 3 de septiembre de 2012

María Cristina me quiere gobernar.

Abandoné el blog, porque me quedé sin cosas que escribir. Tal vez haya tenido que pasar un curso y un verano para que me haya dado tiempo a vivir cosas que luego contar.

No sé por qué hice este blog, ni por qué alguien lo sigue, de hecho, voy a mirar a ver si puedo quitar lo de seguir... xD Pero bueno, ya que está, hablaré de mí misma y de lo que he hecho en mi ausencia. (Sí, creo que es obvio que lo hago para encontrar alguna clase de motivación)


Primero de bachillerato ha sido el peor curso de mi vida. No porque fuera difícil, ni porque no me gustaran las asignaturas que había cogido, ni porque tuviera demasiados malos profesores. Nada de eso. Al principio parecía que el ambiente era bueno. Más bien indiferencia hacia el resto de entes respirando en el mismo aula. Pero la exigencia del guión a la confraternización fue catastrófica. Qué bien te puedes llevar con gente que no se toma en serio lo que hacen y fastidian a los demás, con gente que critica cada comentario, que examina cómo te hayas vestido por la mañana, que añada presión a la tensión subyacente... Ha sido horrible, una ansiedad, un estrés, unas ganas de llorar. El típico 'pues tú pasa de ellos' flotando a la deriva... ¿cómo vas a pasar de alguien que va en contra de todo lo que crees, de todo lo que haces...? Denigrante. La nota media, 9.5, dedicada a los que han perdido su tiempo a p*tear todo el curso. A ver qué les parece :_

La segunda catástrofe del curso, ahí estaba, la escuela de idiomas. Al principio de curso todo bien, la profe muy maja... se dio de baja, llegó una sustituta que era amor, volvió y se dio de baja por segunda vez. MUERTE Y DESTRUCCIÓN. El profesor sustituto. El profesor sus ti tu to. Ese que no nos iba a enseñar inglés, sino a enseñar a aprobar los exámenes. Claro, a los que decidieramos bajo nuestra propia responsabilidad, no anular la matrícula. (Claro, anular una matrícula de 60 euros y perder un curso escolar). Y llegó este hombre, o medio-hombre -con perdón de Tyrion Lannister- porque lo mal que me lo hizo pasar en su clase no fue personal. Y con personal me refiero a que no es de personas. Ridiculizar, decir que estaría suspensa, intimidar, tocar las narices, la moral. Salir llorando de clase. ¿Que lo del instituto ya era horrible? Súmale lo de este hombre. Fueron tres semanas con él, y después de la clase humillante y denigrante donde se ensañó con creces conmigo no volví más que a los exámenes. Ni siquiera fui a las revisiones por no verle. Los exámenes los corregían varios profesores porque eran de fin de ciclo, pero él y yo sabemos que yo no saqué un cinco en el examen oral. Qué curioso, el único que no se puede revisar estrictamente. Jolín. Bueno, aprobé que es lo importante. A mí lo que me interesa es saber inglés no lo que diga ese hombre. Sólo añadir que me creó un trauma. Voy por la calle y tengo miedo de encontrármelo. Sin exagerar.


Como algo bueno tenía que haber, está el teatro. Al principio fue todo muy así asao, me costó adaptarme, abrirme a un grupo de personas tan grande, tener que trabajar con toda esa confianza que no había tenido con ningún grupo. Qué decir, que resultaron ser todos maravillosos, que después de muchísimo trabajo, broncas y sufrimiento, llegó la gloria, como quien dice. Que bordamos un Romeo y Julieta de los años 20 de tres horas de duración (descanso incluido). Qué días, qué juergas, qué sentimientos. Repito. Repito por ellos, por la iglesia de San Nicolás (Santuario del teatro y de Shakespeare...), por el teatro, por mí y porque no aguantaría más desgracias sin la liberación de estar allí.

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El verano.

Pues después del fin de curso y las actuaciones de teatro, llegó el verano, con un julio de mucho pindongueo, con los teatrens, con las chicas. Mi cumpleaños, la noche de la Luna Llena, el viaje a Barcelona (en el cual tuve tiempo de sobra para hablar conmigo misma mientras saltaba olitas yo sola, o veía la exposición del Titanic igual de sola... T_T). Perderse los cumples de Natalio y Emilda. Luego agosto, más aburrido, más calmado. Algunas fiestas de pueblos, una noche preciosísima viendo las Perseidas:3, vaguería máxima, desmotivación, desgana....

No quiero que empiece el curso. No quiero. No quiero hacer segundo de bachillerato, no quiero que no me dejen dar literatura universal por estar en bilingüe, no quiero soportar a los mismos pesados de siempre, no quiero estar en Tortura y civilización francesa y pensar que mis compis chupiguaises y a los que aprecio tanto están en la clase de al lado estudiando a Baudelaire, a Dickens, a Wilde... Voy a morir. Sé que voy a morir. Porque no estoy motivada, porque así no se va a ningún sitio, porque no quiero enfrentarme a nada, y porque prefiero quedarme en casa durmiendo. No, en serio. No tengo las fuerzas suficientes para aguantar un curso que no quiero hacer, que no sé cómo será el bilingüe, que a lo mejor la historia en francés se vuelve horrible, no quiero saber nada de profes nuevos que me cojan manía sin querer como el de la escuela de idiomas... NO.

Tengo diez días para encontrar la motivación y ninguna esperanza.