jueves, 13 de septiembre de 2012

Kill them all.

Blog, nunca te he sido más sincera como lo voy a ser ahora contigo. Nunca te he escrito como te estoy escribiendo ahora. Nunca he muerto tanto y tan poco como lo acabo de hacer.

Ambos sabíamos que yo no iba a poder dar literatura, ya ni me molesto en poner el nombre completo y en mayúsculas, para intentar alejarla. Todo el mundo lo sabía, los jefazos del instituto lo sabían, y aún así me dieron esperanzas. Yo no las quería si no eran ciertas. Me hubiera hecho a la idea, lo prometo. Después de lágrimas y golpes a piedras, pero me hubiera hecho a la idea. Hablando con el tío de Inés, con quien fuese. Me hubiera ahorrado la mañana de hoy. La primera vez que veo a mi madre llorando de impotencia. Quería que viniese conmigo a pedir explicaciones porque siempre he considerado que tenía esa entereza de mami que tienen todas las madres. No sé si me he equivocado, si se ha quebrado por mi cara que llegaba hasta el suelo, por mis lágrimas a punto de derramar, porque sabe que nunca he sido tan feliz como en esa clase, porque le da rabia que los profesores intenten arreglar una situación que si era inviable nunca habrían dejado abierta como posibilidad, porque alguien venga a juzgar lo que es importante o no para su hija, porque mi frustración se ha visto reflejada en sus propios sueños, porque ha visto en mí a sí misma y los errores que creerá que cometió alguna vez, simplemente empeño o ganas de llorar. Juro que nunca la había visto así. Nunca. Hubiera sido capaz de gritarle: `Mamá que ya no la quiero dar´ y que me hubiese dado un tortazo por marear tanto la perdiz, y no que haya dicho todas las cosas que ha dicho, a no sé cuántos profesores distintos, solo por defender algo que yo quería. Porque sé que por mucho que la solución cochambrosa tenga que ser aceptada y yo lo esté haciendo en estos momentos, sé de sobra que mi madre está sollozando mientras fríe los filetes. Que se va a sentir mal siempre, que a lo mejor lo considera un ridículo, el haber ido a denfenderme y el haberse puesto así con los profesores. Que va a ser algo que ya no va a olvidar, que cada vez que vaya al instituto o vea algún profesor va a recordar que la han visto como la han visto. Y sé que yo voy a morir más. Porque no le tenía que haber dicho que viniera, que tenía que haberme callado, quedarme llorando en el baño y tragarme mi propia mierda yo solita. Que tenía que haberme hecho a la idea y poner buena cara.

Sé que este curso se va a la basura. Que jamás podré decir que yo estudié tal cosa, porque no lo haré. Y sé que en el fondo no merezco nada, y que es por eso que no lo tengo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario