lunes, 1 de octubre de 2012

Pescozón.

Hola, blog. Tengo cosas que contarte, gente a la que apalear con remos... empezaré por un pequeño tema en el que tampoco quiero hacer mucho incapié, peeero bueno, blog, ya tú sabes que eres mi terapia en pos de la felicidad en casa.

Tienes un poco de prisaaa y te la metes por el.... *censored*

Bien. Es de todos sabido (al menos de quien me oiga hablar) que me gusta repetir la frase: 'me crea ansiedad'. Obviamente, aunque pueda parecer una mera excusa para que alguien cierre la boca -que también- tiene un trasfondo. Como a estas alturas ya hemos podido comprobar... segundo de bachillerato es una mierda. Y, por desgracia, no es una mierda chupada. El curso tiene la dificultad suficiente como para que no sea necesario andar agobiado por elementos externos. NI andar agobiado, NI, por favor, agobiando a los demás. Si vustedes, personitas irracionales, sienten la necesidad de compartir su ansiedad con el mundo, tienen dos opciones: O aprenden a proyectarla de una forma que parezca que eres una persona civilizada (es decir, sin gritos, voceríos, puñetazos, patadas, empujones y algún que otro pescozón - y sé que esto último es difícil) o se compran una pelota antiestrés. Yo voto porque escojáis la segunda opción, ya que así me ahorro el tener que ahorrarme los pescozones en respuesta.
Con este circunloquio, vengo a decir que os vayáis a la mierda o a vivir con el señor esponja, porque yo no puedo vivir con estrés, con ansiedad, hiperventilando y con contracturas en la espalda, ondie.  Y ya correr entre clase y clase y no poder si quiere hacer pipí... eso sí que no. ¬¬

Hay Festival, pero no hay sitio.

Jojojo, cuan jocosa es tu sátira. Pues no, abobao. (xD?) El sábado, después de una crisis de ansiedad personal por un malogrado comentario de arte que abusó de mi tiempo para con él, salí al fumadero de opio en busca de las personitas con las que había quedado. Para empezar, el autobús decidió llegar 10 minutos tarde para ahorrarse que pasara el siguiente. Ya no sé si esto es crisis o desfachatez. En fin, cuando llegué al fumadero en cuestión, resultó que las personitas con las que había quedado tenían ganas de sentirse personotas y habían pedido un aparatejo de esos humeantes para gangrenarse los pulmones. Ente de mí, soy asmática, y cualquier exposición prolongada a la respiración de humos, me sienta un poco mal. Por muy mal que me parezca el propósito de intentar parecer una personota cuando no eres más que personita no lo trataré ahora, pero ahí queda, para la posteridad...

El tema va cuando, cómo no, llegamos con la hora pegada al pompis a la charla del Hay Festival sobre la moral liberal a la que íbamos. -Es que en fumar, se tarda un rato, que no sabéis.- La charla estuvo bastante interesante, aunque no compartía posturas con ninguno de los dos miembros del 'debate', yo escuchaba como personita civilizada que compra una entrada y va a escuchar una charla. La crítica empieza aquí. ¿Por qué ostias, y no tengo otra palabra, pagan ustedes por ir a ver una charla que no les interesa? Me da igual que sea por la miseria de dos euros, ya solamente el hacer el esfuerzo de ir a ocupar un sitio, que sin ir más lejos, bien lo podía haber ocupado yo, me repatea las pompas.
Vivimos en Jegovia, esa ciudad, cruel broma del destino. Y a todo acto cultural que se precie, acudirán los pseudo intelectuales de siempre. Y que por qué digo esto? Porque una persona, una persona, eh! Ya no digo intelectual ni nada, no tiene la falta de respeto de levantarse antes de que terminen de hablar las personas que dan la charla. Si no ha acabado de hablar, te esperas. Y si no, no haber venido. Yo lo veo muy simple. Pues nada, las señoras de delante diciendo que si el hombrecillo holandés, era un pesado y se enrollaba con el mismo tema. (Señora, no le ha escuchado al principio, si su libro está escrito bajo la premisa 'Sexo, drogas y rock'n' roll', de qué quiere que hable, de patucos de calceta? Váyase por ahí, buena mujer!)

A la señora de la pata chula. Si usted precisa una silla supletoria para su escayola, pídasela a los organizadores. Si de lo contrario es usted tan chula como su pata y va a utilizar la silla del de delante, que ha comprado su entrada, haga usted lo propio y compre una entrada para su pata chula. Nada más que decir. u.u

Al resto de gente en la sala, el aplauso final es para vosotros, que os levantásteis como si las sillas os quemaran el culo antes de que alguien dijera '¿hay más preguntas?'.



El domingo, teníamos entradas para ver War Horse en la filmoteca de La Cárcel. Y como ya sabíamos de qué iba la cosa (o sea, que nunca hay tantos sitios como entradas, porque los políticos, tontos del culo y demás gente que se cree guay no necesitan entrada para llenar con sus sucios traseros los asientos), teníamos que llegar pronto para hacernos con el sitio legítimo que nos prometían nuestras entradas. Ahí estábamos, en una cola. En una buena posición, decente, que nos hubiera garantizado un bello y bonito emplazamiento. Pues nada. Primero, nos hicieron la encerrona de aplaudir a la mujercilla que había producido la peli. No tengo nada en contra de dicha mujer, pero Jegovia es así. Como estamos marginados de la civilización y vivimos lamiendo el culete a Madrid, cada vez que alguien viene aquí hay que tratarle como si nos estuviera haciendo el favor de venir a esta dejada villa apartada del mundo. Patético.
Total, que pasamos a la sala y nos sentamos en primera fila. Porque éramos seis, y la gente es experta en dejar huequitos entre las filas. Que si dos allí, uno allá y así. (Pero esto en tós los laos...). Y viene una mujercilla y nos dice que si no nos importa irnos a otro lado, que van a dejar esa fila para los invitados. Verá, buena mujer, tengo dos cosas que decirle. 1.- Si querían guardar la fila, ¿POR QUÉ OSTIAS NO LO PONEN CON UN CARTELITO?, aunque sea un cochambroso, un triste 'RESERVADO'. Imbéciles. 2.- ¿A QUE SI SOY UNA ABUELA NO ME ECHAS, perra?

Que luego los jóvenes no estamos interesados en la cultura, que nos echamos a perder, que no nos interesamos por las cosas y nos vamos de botellón. Pero quita, quita. Que con 17 años no sé qué pintas aquí, entre intelectuales que somos. Y qué sabrás tú de moral liberal. Y yo digo: ¿y qué sabrán ustedes de moral?. Que no tienen ná de ná. Ni un poco de empatía ni de sensatez y ya ni hablar de educación, que serán ustedes mu listos y mú cultivaos, y habrán leído mucho sobre ética y moral...

pero idos preparando para cuando yo sea abuela. Porque os voy a dar pal pelo.... y mi venganza será terrible.


No hay comentarios:

Publicar un comentario